
Suele decirse que los tiburones no pueden parar de nadar pues se hundirían de hacerlo. Por supuesto que suena tan raro como poco probable, pero así es. Los tiburones son lo que se dice flotantes negativos, algo que ocurre con los cuerpos que no alcanzan una fuerza de flotación que supere la fuerza de gravedad y por ende, en un medio como el marino, ese cuerpo se hunde. De este modo, si el tiburón deja de nadar y moverse constantemente en la dirección contraria, se hunde.
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